Si tu hijo siempre está mirando y preguntando por todo, tu hijo es un niño curioso.
Los niños curiosos son aquellos que desarrollan una mejor capacidad de observación. Son niños con una buena base para el aprendizaje, tanto en casa como en la escuela, ya que suelen estar motivados, aunque se equivoquen, puesto que ven en el error un elemento positivo de aprendizaje.
Así pues, los padres debemos respetar esa necesidad de exploración constante, pero, por supuesto, poniendo límites en los contextos inapropiados. Suelen ser niños con una gran necesidad de interactuar con el entorno (inteligencia naturalista) y pueden desarrollar fácilmente capacidades respecto al espacio (inteligencia visual-espacial) y a conceptos abstractos (inteligencia lógico-matemática).
Es importante mantener la motivación, ya que con la curiosidad de un niño motivado hace que pueda asimilar de una forma relativamente fácil la mayoría de los retos académicos que se le presenten. Sin embargo, un exceso de dispersión por la curiosidad puede llevar al resultado contrario: a la desmotivación y a la distracción. Para evitar que nuestro hijo sea un niño distraído debemos canalizar su curiosidad a aspectos que le motiven y le permitan concentrarse.
Debemos combinar actividades de libre ejecución con actividades que requieran concentración y el seguimiento de unas reglas. Con esta combinación nuestro hijo superará todos sus retos.

Inteligencia naturalista

Inteligencia visual-espacial

Inteligencia lógica-matemática

Teoria de las inteligencias múltiples
Juegos para niños curiosos

Microscopio de bolsillo – Carson MicroBrite Plus

Lince, Edición Familia – Educa Borrás

Espejo juguete de baño – Munchkin

Herramientas de Jardinería de Juguete – Small Foot Company

Excavaciones Fósiles 4 en 1 – Science4you

Trolley de jardinería – Smoby

Set de explorador – Born Toys

Lupa para observar Insectos – GeoSafari

Dominó de los animales – Clementoni
